El oxígeno es un gas paramagnético que es atraído por campos magnéticos. Nuestro analizador se basa en las propiedades magnéticas que tiene el oxígeno.
La medición se realiza a través de una conexión a la tubería de la red de suministro, de donde se extraen muestras de manera continua con un caudal de 0,5 lit/min, y se dirigen al analizador. Este método de medición es rápido y preciso.
La muestra de oxígeno examinada produce una alteración de las fuerzas magnéticas dentro del analizador. Esta alteración de las fuerzas magnéticas es proporcional a la concentración de oxígeno. Mediante el movimiento de dos esferas de cristal rellenas de nitrógeno, colocadas sobre un soporte giratorio suspendido dentro del campo magnético, se averigua la concentración del oxígeno.
El oxígeno atraído por el campo magnético mueve las esferas rellenas de nitrógeno, haciendo que el soporte gire. La luz enviada desde una fuente incide en un espejo y es detectada por unas células fotoeléctricas que detectan el movimiento y generan una señal.